Cuando su mujer se acercó de madrugada con el teléfono en la mano, el escritor Mario Vargas Llosa no pensó en el premio Nobel de literatura que recibió, sino en una "mala noticia" y después en "una broma".
"Eran las cinco y media de la mañana, yo estaba leyendo, porque yo me levanto y trabajo desde muy temprano. Estaba preparando mi clase del próximo lunes, porque estoy de profesor en Princeton por un semestre", relató a la prensa en Nueva York el escritor de 74 años. El novelista contó que "estaba leyendo un libro maravilloso, que recomiendo efusivamente a quienes no lo hayan leído: es 'El Reino de Este Mundo' de Alejo Carpentier. Es un libro pequeño de páginas pero maravillosamente escrito".
"De pronto, vi que se acercaba mi mujer con el teléfono en la mano. La primera reacción fue la angustia, porque esas noticias suelen ser malas, las que llegan al amanecer", agregó.
"Después de que el señor me dijo: 'Soy el secretario general de la Academia sueca, le hemos dado el premio Nobel', me acordé de una broma pesada que le hicieron a Alberto Moravia. Alguien lo llamó, le dijo que era de la Academia sueca y que le habían dado el premio. Moravia empezó a celebrarlo y resulta que era una broma".
"Le dije a mi mujer: 'Patricia, ¿y si esto es una broma? Mejor no llamemos a mis hijos todavía, hasta que se confirme". Un cuarto de hora después la noticia recorría el mundo. "Felizmente se confirmó", comentó Vargas Llosa, "pero la verdad, es que fue una sorpresa".
Era boliviana y fue su primera esposa
El fallecimiento de la “Tía Julia” y el Nobel de Vargas Llosa, llegaron el mismo año
Si existe una relación especial con el flamante premio Nobel de la literatura, Mario Vargas Llosa y Bolivia, es la que lo unió por casi una década a la boliviana Julia Urquidi, quien curiosamente perdió la vida el mismo año en que el escritor peruano recibe el mayor galardón de su larga trayectoria.
El 10 de marzo de este año una complicación respiratoria provocó la muerte de Urquidi, quien inspiró la novela que en 1977 publicara Vargas Llosa basada en el romance y posterior matrimonio del joven escritor con su tía boliviana, quien le llevaba once años de edad.
Julia Urquidi era boliviana de nacimiento y fue esposa de Mario Vargas Llosa desde 1955 hasta 1964.
En la novela "La tía Julia y el escribidor" (1977) Vargas Llosa se inspira en Raúl Salmón, periodista, escritor y ex alcalde paceño para crear el personaje de Pedro Camacho.
Según cuenta Edmundo Paz Soldan en el obituario de Urquidi que escribió para el diario español El País “Julia recibió con ambivalencia la publicación de la novela, dedicada a ella. Agradeció a Mario la novela, reconoció que le gustaban partes de ella, pero también se sintió "amargada" de que pusiera su vida "al descubierto".
En 1983 Julia Urquidi decidió escribir su propia versión de los hechos y publicó “Lo que Varguitas no dijo”, enfocó la historia en los años posteriores a la novela, relatando los sucesos del matrimonio y el divorcio.
Julia Urquidi volvió a Bolivia en 1964 luego de divorciarse de Vargas Llosa y trabajó en Cochabamba como secretaria privada de la esposa del Gral. René Barrientos. Luego volvió al Perú y regresó al país para cumplir funciones de asistenta de la esposa del Gral. Hugo Bánzer Suárez.
Volviendo a Mario Vargas Llosa, debemos concluir recordando, que los primeros años de su infancia vivió en Cochabamba, donde su abuelo cumplía funciones diplomáticas, según cuenta hoy el Diario Montañes fue en esta ciudad boliviana donde dio sus “primeros pasos literarios”
“Fue en Cochabamba y a la edad de diez años cuando Mario Vargas Llosa sufrió una inmersión en la literatura que habría de cambiar su vida. Una joven amiga de su madre le prestó dos volúmenes de Miguel de Zevaco, Nostradamus y El hijo de Nostradamus, novelas que lo conducirían primero hacia Alejandro Dumas y más tarde hacia decenas de libros poblados de héroes y romances que le hicieron soñar con vivir en otros mundos o al menos hacer que unos personajes nacidos de su imaginación vivieran en ellos”, reza hoy el rotativo catalán.
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